miércoles, 22 de septiembre de 2010

La recesión golpea al consumo y cae el crédito en la banca

Aumenta la morosidad, pero se mantiene muy por debajo de 2003. El termómetro bancario deja al descubierto la frialdad de una economía donde las empresas producen menos, invierten lo mínimo necesario y los hogares disminuyen el consumo.

Las cifras de la Superintendencia de Bancos indican que al cierre de agosto el total de créditos de la banca se ubica en 162 mil 561 millones de bolívares, una magnitud que después de ajustar por la inflación se traduce en un descenso de 11,3% respecto a diciembre.

La pérdida de dinamismo en las solicitudes de financiamiento es típica en una economía en recesión y disminuye los ingresos de las entidades financieras, pero para la banca venezolana también tiene consecuencias legales, porque complica el cumplimiento de los préstamos obligatorios y la expone a multas y sanciones.

Al cierre de agosto, los préstamos al sector agrícola representan 21,02% del total y deberían ubicarse en 22%; los créditos al turismo equivalen a 2,04% de la cartera y el monto mínimo exigido es 3% y, finalmente, el financiamiento a la manufactura asciende a 8,87% del total y debería estar en 10%.

"Es muy difícil cumplir con estos créditos obligatorios cuando la demanda ha caído, esto tendría que ser revisado por las autoridades y adaptar esta norma a la realidad", dice el presidente de un banco mediano que prefiere el anonimato.

En el período 2004-2008, el consumo creció a paso firme y la banca se enfocó al financiamiento a través de tarjetas de crédito y préstamos para la compra de vehículos, pero la demanda comenzó a caer en 2009 y este año no ha dejado de perder impulso.

Los préstamos al consumo, que incluyen tarjetas y créditos para la compra de vehículos, suman 35 mil 870 millones de bolívares al cierre de agosto, una cifra que representa un descenso de 10% respecto a diciembre en términos reales.

Si bien en este resultado influyen factores coyunturales como es la escasez de divisas para la importación de vehículos y la reducción en los dólares que Cadivi entrega para viajes al exterior, que se gastan a través de tarjetas de crédito, el principal factor es la pérdida de capacidad de compra en los hogares.

Las estadísticas del Banco Central indican que después de descontar el efecto de la inflación, el poder adquisitivo de los trabajadores del sector privado retrocede 6,3% en promedio al contrastar el segundo trimestre de este año con el mismo lapso de 2009 y, en el caso del personal al servicio del Gobierno, el descenso es de 10,5%.

En este entorno los créditos con problemas de pago han comenzado a aumentar, aunque aún no llegan a términos importantes.

La banca tiene problemas para recuperar 3,95 bolívares de cada 100 otorgados en préstamos y en agosto de 2009 la proporción se ubicaba en 3,02.

Durante 2003, cuando el país sufrió una fuerte recesión, la morosidad en los créditos llegó a ubicarse en 7,7%.

El Universal

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