miércoles, 8 de septiembre de 2010

En ocho meses la inflación acumula un salto de 19,9%

La caída del consumo le resta fuerza a la aceleración de los precios

Después de registrar un salto desmesurado de 5,2% en abril, la inflación ha venido perdiendo empuje y en agosto avanza 1,6% versus 2,2% en el mismo mes del año pasado, además, el Banco Central de Venezuela indica que este resultado es "la segunda menor tasa intermensual en los últimos 17 meses". Hasta aquí los números que permiten hablar de desaceleración y una visión optimista. Entre enero y agosto la inflación acumulada es de 19,9%, mientras que en el mismo lapso del año pasado fue de 15,6%. Incluso, entre agosto de este año y agosto de 2009, los precios se incrementan 29,7% versus 26,7% en el período anterior.


No obstante, estos números estarían reflejando en gran medida la inflación del primer semestre y la interrogante es que motiva la desaceleración de agosto y qué se puede esperar en el mediano plazo.

Ángel García Banchs, economista y profesor de la Universidad Central de Venezuela, considera que por el paso del tiempo se ha diluido el impacto de la devaluación que hubo en enero, a lo que se añade el descenso del consumo por la pérdida en la capacidad de compra del salario. En términos reales, después de descontar el efecto del incremento en los precios, la capacidad de compra del salario retrocedió 7,7% en el segundo trimestre del año y al debilitarse la demanda la inflación pierde combustible.

Al analizar qué puede ocurrir en el mediano plazo Ángel García señala que en el último trimestre del año habrá mayor demanda por el efecto del pago de las utilidades, mientras que persistirán problemas en el lado de la oferta, principalmente, por la escasez de divisas para cubrir las importaciones del sector privado. "Mi estimado es que la inflación cierre el año con un salto de entre 32% y 33%. Una inflación alta y persistente donde continuarán intactas las fuerzas que la producen", dice Ángel García Banchs, y añade que la inflación obedece a la mezcla de un proceso donde el salario aumenta a un ritmo mayor al de la producción de cada trabajador, desajustes monetarios y trabas para el incremento de la oferta.

José Guerra, ex gerente de investigación económica del Banco Central, analiza las perspectivas y resalta que "por un lado el financiamiento monetario del BCV puede impulsar la inflación pero la caída de la demanda y los controles de precios disminuyen esta variable".

En su opinión "vamos a estar en el peor de los mundos, una inflación entre 28% y 30% pero con la que el Gobierno se siente conforme porque ha renunciado a bajarla, salvo el control de precios no hay ninguna política contra la inflación". "Con una inflación de estos niveles no tenemos posibilidad de competir en la economía global de hoy en día", destaca José Guerra.

La población siente el impacto de la inflación en variables clave para la calidad de vida y el bienestar.

En los primeros ocho meses del año el precio de los alimentos y bebidas no alcohólicas acumula un incremento de 26,8%, el costo de los servicios de salud 18,1%, transporte 20,1%, restaurantes y hoteles 20,2% y los bienes que permiten equipar el hogar 17,4%. Al observar solo agosto queda en evidencia el incremento de las bebidas alcohólicas por la escasez de divisas para importar este tipo de producto. En agosto las bebidas alcohólicas aumentan 4,1% y en lo que va de año acumulan un alza promedio de 28,5%.

Pero este avance es mínimo comparado con el incremento de 53% que experimentan los productos agrícolas entre enero y agosto, mientras que los agroindustriales se elevan 18,2% y los pesqueros 13,5%. Valencia, Caracas y Maracaibo sufren la mayor inflación entre las principales ciudades.

El Universal

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