lunes, 12 de septiembre de 2011

La caída de la inversión limita el empleo en el sector formal


El país ha sido incapaz de superar el declive de la renta petrolera

En su libro, ya disponible en Amazon, La inversión privada y el proceso de empobrecimiento de Venezuela: ¿Cómo se ensambló la máquina de fabricar pobres?, el economista y profesor del IESA, Miguel Angel Santos, analiza el desequilibrio que el país no ha logrado superar en tres décadas. 

"Desde hace veintisiete años la economía no se las ha podido arreglar para crear puestos de trabajo en el sector formal al ritmo de crecimiento de la fuerza laboral", explica Miguel Angel Santos y añade que esta incapacidad explica la pobreza en el país y el avance de la informalidad. 

El diagnóstico concluye que "la inversión privada surge no sólo como una alternativa viable sino posiblemente como la única, vista la capacidad cada vez más reducida de la renta petrolera para atender las necesidades de la población". 

Aunque el alza estelar de los precios del petróleo alimenta la idea de que Venezuela es un país rico, lo cierto es que el barril le queda pequeño a las necesidades de la población. 

El número de barriles que se exporta ha permanecido igual mientras la población crece, por lo tanto, después de hacer los ajustes necesarios para comparar, en 1974 las exportaciones petroleras representaban 4.001 dólares por persona y en 2008, el año en que mayor ingreso ha habido durante el período de Hugo Chávez, la relación se ubicó en 3.394 dólares por persona. 

Miguel Angel Santos resume que la renta petrolera percápita de hoy "está muy por debajo de la que obtuvo el país durante el primer gobierno de Carlos Andrés Pérez y Luis Herrera, pero muy por encima de la que hubo durante los períodos de Jaime Lusinchi y el segundo gobierno de Rafael Caldera y Carlos Andrés Pérez". 

El resultado es que "el Estado venezolano no tiene capacidad para reducir la pobreza de forma sostenida a través del empleo público". 

¿Cuál inversión? 
Para revertir la pobreza el país necesita inversión privada para ampliar el número de plantas, equipos, que permiten aumentar la producción y por tanto, crear riqueza y generar puestos de trabajo. 

No obstante Miguel Angel Santos precisa que no se trata de regresar a los años setenta cuando la inversión exhibió niveles muy altos por condiciones que considera irrepetibles como "mercados cerrados a la competencia externa, pocos competidores locales, y una inmensa renta petrolera distribuida a los dueños del capital". 

Estas condiciones permitieron que en los setenta la inversión tuviese "unas tasas de rentabilidad que podo o nada tenían que ver con su verdadera capacidad productiva". 

Saltos de base 
Entre 1983 y 2004 la tasa de crecimiento promedio de la economía venezolana se ubicó en tan solo 1,53% gracias a que la inversión no superó 15% del PIB. 
Este nivel es ínfimo porque prácticamente la mitad sólo permite cubrir la depreciación que cada año sufren los equipos ya existentes. 

En 2004 el Banco Central realizó una modificación en las estadísticas del país que cambió la historia de la economía y crea serias dificultades para explicar el presente. 

Ese año las estadísticas ya no se ajustaron por la inflación tomando como base a 1984 sino a 1997 y el cambio se tradujo en que la inversión respecto al PIB casi se duplicó. 

Así al cierre de 2010 la inversión representa 30% del PIB un nivel que no guarda relación con el desempeño que ha tenido la economía. 

"¿Cómo puedes estar invirtiendo 30% del PIB y la economía cayó el año pasado 1,5%? Se pregunta Miguel Angel Santos y agrega que "con ese nivel de inversión no tendrías escasez ni cuellos de botella, evidentemente el Banco Central de Venezuela tiene que explicar este cambio drástico en las cuentas nacionales". 

La urgencia por generar un ambiente de negocios que aliente la inversión privada en el país también queda clara al comparar el desempeño de Venezuela con el resto de los países de América Latina en los últimos doce años. 

Entre 1998 y 2010 el crecimiento acumulado del PIB por habitante en Perú fue de 46,5%, en Chile de 35,6%, Argentina 25,2%, Brasil 24,5%, Colombia 13,7%, México 11,5% y en Venezuela 4,9%. 

El Universal

No hay comentarios:

Publicar un comentario