Las medidas de rescate de tierras que desde hace unos diez años viene aplicando el Gobierno nacional han estado orientadas, según han manifestado los voceros oficiales de turno, a incrementar la producción tanto de carne como de leche, bajo la premisa de garantizar la seguridad alimentaria.
Ese es el mismo argumento en el que se basa la "nacionalización" de las 290 mil hectáreas de la empresa británica Agropecuaria Flora (Agroflora), que maneja un rebaño de 130.000 animales, según cifras de la empresa en su página Web. A esta firma ya le habían expropiado otros dos hatos con un promedio de 7.000 animales en cada uno.
El Gobierno nacional ha intervenido 3,5 millones de hectáreas en todo el país desde la promulgación de la Ley de Tierras en 2001, según cifras oficiales, de las cuales la mayoría están concentradas en zonas ganaderas. Este monto no incluye las hectáreas de Agroflora, ni las 32 fincas "rescatadas" en Santa Bárbara del Zulia, ni las 25 fincas (15.800 hectáreas) expropiadas el 12 de octubre en Machiques; ni considera las 12.000 hectáreas de Smurfit Kappa; ni las 580 hectáreas a rescatar en el Valle de Quíbor.
Los resultados de esta política de "rescate de tierras" no lucen palpables en el mercado nacional. Aunque el ministro de Agricultura y Tierras, Juan Carlos Loyo, asegura que tanto el rebaño como la producción de carne se han incrementado significativamente, la realidad es que ambos productos escasean en los anaqueles de los comercios nacionales.
Actualmente el mercado evidencia un faltante importante en la oferta de carne de res al consumidor, originado fundamentalmente por la insuficiencia de los precios que hace inviable las importaciones que abastecen el 52% del mercado; y por la incapacidad del aparato productivo nacional, que ha perdido impulso a causa de las políticas del Estado.
Lo mismo ocurre con el abastecimiento de leche. En dos de las zonas de mayor producción: Santa Bárbara y Machiques de Perijá, en Zulia, el ordeño ha caído en promedio entre 50% y 60% por las intervenciones de fincas productivas, más la incidencia del clima, según cifras de los gremios ganaderos.
En contraste
Manuel Cipriano Heredia, presidente de Fedenaga, difiere de los balances de producción de leche que ha ofrecido el ministro Loyo, de que el ordeño nacional ha crecido 53%.
"Desconocemos las cifras oficiales porque desde 2009 el MAT no ofrece estadísticas, pero no es posible que si el consumo per cápita de leche estaba en 70 litros en 2009, hoy esté en 115 litros per cápita porque los ciclos de reproducción no evidencian ese resultado. El ciclo biológico no se puede alterar y esos resultados se ven de cuatro a cinco años, dependiendo de la eficiencia del productor", apuntó Heredia.
Citó un estudio sobre la producción de leche realizado por la Universidad de los Andes (ULA), el cual destaca que de 1988 la producción bajó de 1.744 millones de litros a 1.470 millones en 2009, "lo que evidencia que la producción ha venido decreciendo".
En este escenario, el ministro Juan Carlos Loyo anuncia un nuevo plan para impulsar la ganadería en Venezuela: se trata de un plan de financiamiento dirigido a pequeños y medianos productores para que mejoren la infraestructura de las fincas.
Asimismo, prevé que en un año superarán entre 30% y 40% los 130.000 animales que tiene actualmente Agroflora
Fedenaga informó que acudirán a la Confederación Interamericana de Ganaderos para denunciar tanto el caso de Agroflora como las expropiaciones al sector.
El Universal