Dispuesto a frenar el ascenso de la inflación el Gobierno se dispone a extender los controles, no obstante, cuando la administración de Hugo Chávez ha alcanzado su mejor resultado en la lucha contra el alza de los precios ha sido en la ausencia de regulaciones.
Las estadísticas del Banco Central registran que cuando aun no existía el control de precios, en 2000 la inflación se ubicó en 13,4% y en 2001 descendió hasta 12,3%, el nivel más bajo de los últimos 25 años.
El economista y profesor de la Universidad Católica Andrés Bello, Orlando Ochoa, señala que "en este período el Gobierno continuó aplicando la política que heredó de Rafael Caldera, un tipo de cambio flexible y más orden en el campo fiscal y monetario".
Entre 2002 y 2003 la inflación aumenta en medio de la crisis política, el Gobierno recurre al control de precios y posteriormente Hugo Chávez afirma que lo considera una herramienta estratégica que seguirá aplicando indefinidamente.
El resultado es que en ocho años de control de precios, entre febrero de 2003 y junio de 2011, la inflación acumula un salto de 458% que ha impactado con fuerza la capacidad de compra del salario.
El fracaso no debería causar sorpresas. Durante el Gobierno de Jaime Lusinchi la inflación anual pasó de 15,7% en 1984 a 40,3% en 1987, en plena aplicación del control de precios y con un agresivo plan de sanciones, multas y cierres a los empresarios que se consideraban especuladores.
Los economistas Robert Schuettinger y Eamon Butler son los autores de un trabajo donde analizan cien casos, ocurridos desde dos mil años antes de Cristo hasta 1978, en que gobernantes de treinta países intentan, infructuosamente, librarse de la inflación a través de los controles de precios.
La conclusión de este premiado estudio es que si bien algunos controles de precios han tenido efecto positivo por un corto período de tiempo, en el largo plazo siempre han fracasado, porque no combaten la causa real de la inflación: el incremento de la cantidad de dinero por encima de la productividad.
Orlando Ochoa indica que las empresas, que no pueden cubrir los costos por la regulación de precios, han disminuido la producción y el resultado es más inflación.
Otro aspecto a tomar en cuenta es que a partir de 2006 la administración de Hugo Chávez inicia la práctica de utilizar parte de las reservas internacionales para cubrir gasto.
"El uso de las reservas internacionales aumenta el gasto corriente, la inyección de dinero, al igual que el reparto de utilidades cambiarias por parte del Banco Central", explica Orlando Ochoa.
La inyección de bolívares sin respaldo incrementa la demanda mientras que la oferta no crece en medio de los controles y un clima de negocios hostil, creándose una ecuación perfecta para la inflación.
El año pasado Venezuela sufrió una inflación de 27,4% y para este año la meta oficial es que los precios registren un alza de 25% que superaría abiertamente el promedio de América Latina que se mantiene en 6%.
La inflación se ha concentrado en los alimentos, golpeando con mayor fuerza a las familias de menos ingresos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario