El impacto de las reiteradas crisis económicas, devaluaciones del bolívar y espirales inflacionarias que han afectado la economía desde hace tres décadas han impedido que el salario mínimo crezca lo suficiente como para mejorar los ingresos de los venezolanos. Su mejoría en términos reales ha sido poco constante en el tiempo y, pese a que en la última década el poder de compra con la remuneración básica avanzó 14,8%, el balance general resulta negativo.
El Banco Central de Venezuela (BCV) y el Instituto Nacional de Estadística (INE) calculan que la caída de la capacidad adquisitiva con un salario mínimo se ha desplomado 37,1% desde 1980, pese a incrementos salariales nominales que la mayoría de las veces han superado el 20% anual.
Los datos oficiales señalan una disminución de 0,6% entre 2009 y 2010, en consonancia con una caída que desde 2006 no se ha detenido.
No obstante, el BCV y el INE estiman que para este año se registrará un alza real de 2,8% del salario mínimo, siempre y cuando la inflación termine en 23%.
Para 2011 el Ejecutivo decretó un aumento nominal acumulado de 26,5% de la remuneración básica, pero repartida en dos tramos: 15% desde el 1 de mayo y 10% a partir del 1 de septiembre.
De tal manera, el mínimo legal vigente se ubica en 1.407,4 bolívares y pasará a 1.548,14 bolívares mensuales dentro de cuatro meses.
Aún así, el salario básico en términos reales terminará este año 3,7% por debajo del nivel registrado en 2006 -el más alto durante el Gobierno del Presidente Hugo Chávez-, mientras que al compararlo con el resultado de 1980 será 35,4% inferior.
Poco efecto
Para la firma Econométrica el hecho de que el poder de compra del salario para este año se ubique ligeramente por encima del nivel registrado en 2010 no necesariamente significa que quienes reciben la remuneración básica tendrán un mejor año, ni que el incremento de los sueldos representará un empuje dinamizador del consumo real.
La firma de análisis económico resalta que, cuando se analizan los datos en promedio, la mejoría no es tal.
"En 2010 se realizaron incrementos en marzo y mayo, razón por la cual los trabajadores disfrutaron del aumento del salario mínimo del 26,5% durante 8 meses, mientras que en 2011 gozarán de dicho incremento por tan solo unos 4 meses.
Es por ese motivo que, el actual aumento no recuperará el poder adquisitivo promedio anual del salario mínimo", indica el último reporte semanal de Econométrica.
De acuerdo a los números que maneja el Ministerio del Trabajo y Seguridad Social, 21,3% de los trabajadores formales ganaban un salario mínimo al cierre de la segunda mitad del año pasado, porcentaje que equivalía a 1,41 millones de personas. La cobertura de la canasta alimentaria con una remuneración básica (indicador que sirve como uno de los parámetros con los que el INE mide la tasa de pobreza) era de 96,9% una vez que se emitió el decreto de aumento salarial.
Esto indica que, pese a la mejora tras el primer tramo de ajuste de 15%, el monto mínimo de remuneración es insuficiente para cubrir el costo promedio de la cesta de alimentos básicos.
La firma Econométrica en su reporte que no se descarta que el salario mínimo pueda ser revisado nuevamente este año, escenario que "dependería del curso futuro del precio promedio anual del petróleo".
Sin embargo, resalta el alto peso de la nómina pública y su efecto sobre la gestión presupuestaria.
El Universal
El Banco Central de Venezuela (BCV) y el Instituto Nacional de Estadística (INE) calculan que la caída de la capacidad adquisitiva con un salario mínimo se ha desplomado 37,1% desde 1980, pese a incrementos salariales nominales que la mayoría de las veces han superado el 20% anual.
Los datos oficiales señalan una disminución de 0,6% entre 2009 y 2010, en consonancia con una caída que desde 2006 no se ha detenido.
No obstante, el BCV y el INE estiman que para este año se registrará un alza real de 2,8% del salario mínimo, siempre y cuando la inflación termine en 23%.
Para 2011 el Ejecutivo decretó un aumento nominal acumulado de 26,5% de la remuneración básica, pero repartida en dos tramos: 15% desde el 1 de mayo y 10% a partir del 1 de septiembre.
De tal manera, el mínimo legal vigente se ubica en 1.407,4 bolívares y pasará a 1.548,14 bolívares mensuales dentro de cuatro meses.
Aún así, el salario básico en términos reales terminará este año 3,7% por debajo del nivel registrado en 2006 -el más alto durante el Gobierno del Presidente Hugo Chávez-, mientras que al compararlo con el resultado de 1980 será 35,4% inferior.
Poco efecto
Para la firma Econométrica el hecho de que el poder de compra del salario para este año se ubique ligeramente por encima del nivel registrado en 2010 no necesariamente significa que quienes reciben la remuneración básica tendrán un mejor año, ni que el incremento de los sueldos representará un empuje dinamizador del consumo real.
La firma de análisis económico resalta que, cuando se analizan los datos en promedio, la mejoría no es tal.
"En 2010 se realizaron incrementos en marzo y mayo, razón por la cual los trabajadores disfrutaron del aumento del salario mínimo del 26,5% durante 8 meses, mientras que en 2011 gozarán de dicho incremento por tan solo unos 4 meses.
Es por ese motivo que, el actual aumento no recuperará el poder adquisitivo promedio anual del salario mínimo", indica el último reporte semanal de Econométrica.
De acuerdo a los números que maneja el Ministerio del Trabajo y Seguridad Social, 21,3% de los trabajadores formales ganaban un salario mínimo al cierre de la segunda mitad del año pasado, porcentaje que equivalía a 1,41 millones de personas. La cobertura de la canasta alimentaria con una remuneración básica (indicador que sirve como uno de los parámetros con los que el INE mide la tasa de pobreza) era de 96,9% una vez que se emitió el decreto de aumento salarial.
Esto indica que, pese a la mejora tras el primer tramo de ajuste de 15%, el monto mínimo de remuneración es insuficiente para cubrir el costo promedio de la cesta de alimentos básicos.
La firma Econométrica en su reporte que no se descarta que el salario mínimo pueda ser revisado nuevamente este año, escenario que "dependería del curso futuro del precio promedio anual del petróleo".
Sin embargo, resalta el alto peso de la nómina pública y su efecto sobre la gestión presupuestaria.
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