Las cifras de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), desnudan que el incremento en el precio de los alimentos que sufren las familias venezolanas supera por mucho al que padecen el resto de los países de América Latina.
Entre febrero de este año y febrero de 2010 los alimentos acumulan un salto de 37,3% en Venezuela mientras que el promedio de América Latina se ubica en 8,8%, de acuerdo con el comunicado elaborado por la FAO para difundir su boletín trimestral.
Después de Venezuela, los países que registran la mayor inflación de alimentos en términos anuales al cierre de febrero son Paraguay con 17,1%, Bolivia con 17% y Argentina con 10,6%, mientras que Colombia, México y Perú tienen un impacto menor a 5%.
En Venezuela la inflación en los alimentos obedece a una mezcla de factores que incluyen temas locales como la devaluación de la moneda y el déficit de oferta, y elementos globales como el alza de los productos importados.
"A nivel mundial, el índice de precios internacionales de los alimentos bajó 2,9 % en marzo de 2011, registrando su primer caída después de ocho meses de alza. No obstante, el índice sigue estando un 37 % por encima de su nivel de marzo de 2010", indica la FAO.
Desastres climáticos como sequías e inundaciones han mermado la producción de alimentos en el mundo, mientras que la demanda aumenta rápidamente por la recuperación del crecimiento global.
A este entorno se ha sumado el salto de los precios del petróleo y su impacto en el valor de los combustibles.
El costo de los alimentos golpea con mayor fuerza a las familias de menos recursos que destinan el grueso del salario a la compra de comida.
El presidente del Banco Mundial Robert Zoellick, señaló durante la reunión que sostiene el organismo con el Fondo Monetario Internacional que 44 millones de personas han caído en la pobreza desde junio del 2010 debido al incremento del 36% en los precios de los alimentos durante los últimos doce meses.
"Los elevados y volátiles precios de los alimentos son la mayor amenaza para los pobres", recalcó Robert Zoellick reseñado por Efe.
De acuerdo con el Banco Mundial un nuevo incremento de 10% en los precios globales de los alimentos haría que diez millones de personas se hundan en la pobreza extrema, categoría que agrupa a quienes sobreviven con menos de 1,25 dólares diarios.
Un respiro
Si bien en América Latina la inflación de alimentos sigue siendo elevada, la FAO detecta en su informe que en febrero se produce, en el promedio regional, una baja de medio punto porcentual.
"La reducción se trata de una señal positiva, ya que la incidencia de los alimentos en la inflación de los países alcanza, en promedio, el 40 %, lo que demuestra el impacto negativo que tiene la inflación alimentaria sobre la pobreza y la inseguridad alimentaria", afirmó Alan Bojanic, Oficial a cargo de la Oficina Regional de la FAO.
En América del Sur se espera que se incremente la producción de alimentos en países clave como Brazil, Argentina y México, lo que puede ayudar a contener los precios.
Analistas consideran que en Venezuela las perspectivas no apuntan a una desaceleración de los precios de los alimentos en el corto plazo, ya que aun el Gobierno no ha permitido que los productos controlados reflejen por completo el impacto en los costos que tiene la devaluación de enero de este año.
Al mismo tiempo ha caído la producción en zonas como el Sur del Lago.
Entre febrero de este año y febrero de 2010 los alimentos acumulan un salto de 37,3% en Venezuela mientras que el promedio de América Latina se ubica en 8,8%, de acuerdo con el comunicado elaborado por la FAO para difundir su boletín trimestral.
Después de Venezuela, los países que registran la mayor inflación de alimentos en términos anuales al cierre de febrero son Paraguay con 17,1%, Bolivia con 17% y Argentina con 10,6%, mientras que Colombia, México y Perú tienen un impacto menor a 5%.
En Venezuela la inflación en los alimentos obedece a una mezcla de factores que incluyen temas locales como la devaluación de la moneda y el déficit de oferta, y elementos globales como el alza de los productos importados.
"A nivel mundial, el índice de precios internacionales de los alimentos bajó 2,9 % en marzo de 2011, registrando su primer caída después de ocho meses de alza. No obstante, el índice sigue estando un 37 % por encima de su nivel de marzo de 2010", indica la FAO.
Desastres climáticos como sequías e inundaciones han mermado la producción de alimentos en el mundo, mientras que la demanda aumenta rápidamente por la recuperación del crecimiento global.
A este entorno se ha sumado el salto de los precios del petróleo y su impacto en el valor de los combustibles.
El costo de los alimentos golpea con mayor fuerza a las familias de menos recursos que destinan el grueso del salario a la compra de comida.
El presidente del Banco Mundial Robert Zoellick, señaló durante la reunión que sostiene el organismo con el Fondo Monetario Internacional que 44 millones de personas han caído en la pobreza desde junio del 2010 debido al incremento del 36% en los precios de los alimentos durante los últimos doce meses.
"Los elevados y volátiles precios de los alimentos son la mayor amenaza para los pobres", recalcó Robert Zoellick reseñado por Efe.
De acuerdo con el Banco Mundial un nuevo incremento de 10% en los precios globales de los alimentos haría que diez millones de personas se hundan en la pobreza extrema, categoría que agrupa a quienes sobreviven con menos de 1,25 dólares diarios.
Un respiro
Si bien en América Latina la inflación de alimentos sigue siendo elevada, la FAO detecta en su informe que en febrero se produce, en el promedio regional, una baja de medio punto porcentual.
"La reducción se trata de una señal positiva, ya que la incidencia de los alimentos en la inflación de los países alcanza, en promedio, el 40 %, lo que demuestra el impacto negativo que tiene la inflación alimentaria sobre la pobreza y la inseguridad alimentaria", afirmó Alan Bojanic, Oficial a cargo de la Oficina Regional de la FAO.
En América del Sur se espera que se incremente la producción de alimentos en países clave como Brazil, Argentina y México, lo que puede ayudar a contener los precios.
Analistas consideran que en Venezuela las perspectivas no apuntan a una desaceleración de los precios de los alimentos en el corto plazo, ya que aun el Gobierno no ha permitido que los productos controlados reflejen por completo el impacto en los costos que tiene la devaluación de enero de este año.
Al mismo tiempo ha caído la producción en zonas como el Sur del Lago.
El Universal
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