miércoles, 9 de marzo de 2011

"Invertir en materias primas requiere seguridad y propiedad"

Entrevista Ramón Espinasa, Profesor Adjunto de la Universidad de Georgetown; Washington D.C.: "El crecimiento en China ha desplazado la demanda de materias primas hacia el Lejano Oriente"

Tras un período de bonanza prolongada de las economías de libre mercado durante los años 90 y principios de este siglo, el ciclo económico pasó a la etapa de retroceso en medio de un proceso de cambio estructural por el cual "el centro de gravedad de las economías mundiales se desplazó hacia Asia y los países emergentes", aseguró el economista venezolano Ramón Espinasa, profesor adjunto de la Universidad de Georgetown en Washington D.C., Estados Unidos, donde imparte el seminario de Seguridad Energética en el Hemisferio Occidental.

-¿Cómo evolucionó el mercado de las materias primas?

-El petróleo tuvo mucha estabilidad desde 1986 hasta 2002, cuando inició un incremento significativo hasta su pico en 2008 y el ajuste en 2009. Pero eso ha ocurrido con otras materias primas como metales o alimentos, que tienen una correlación superior a 90% entre la evolución de sus precios con los de la energía. La crisis de 2008, si bien tuvo un disparador financiero, en el sustrato lo que hubo fue grandes presiones en el precio de las materias primas, por lo que la economía se ajustó porque ya no podía seguir creciendo. Y lo que está sucediendo es un cambio estructural: el desarrollo de las economías emergentes, las asiáticas, y en particular de China, que provoca un desplazamiento hacia el Lejano Oriente de la demanda de materias primas. Eso no desaparecerá en el corto plazo, debido a factores como el crecimiento del PIB per capita en Asia.

-¿Qué ha pasado con la demanda de petróleo?

-Desde 1986 la demanda mundial de petróleo se ha incrementado 47%, de 60 a 88 millones de barriles diarios. Y de ese crecimiento, 81% correspondió a países fuera de la OCDE (economías en desarrollo). China, el resto de Asia, Medio Oriente y América Latina son los países que han empujado la demanda petrolera.

Pero además hay concentración del suministro de crudo fuera de la OCDE, cuyo descenso de 4 millones de barriles diarios en 25 años ha sido más que compensado por aumentos en la extracción de la OPEP, que produce 14 millones de barriles diarios más que en 1985, y por países fuera de la OCDE y la OPEP, como Brasil, Colombia, Angola, Vietnam, Cabo Verde, entre otros, que producen 6 millones de barriles más. Hay un fenómeno de demanda en el cual se ha acoplado la nueva oferta, y con un cambio estructural por destacar: se verá una revolución en la economía mundial por la incorporación masiva de producción de bienes y servicios de las economías asiáticas, que a su vez requieren materias primas; aunque podría haber episodios cíclicos de ajustes de precios de las materias primas, como en 2008, por los límites de crecimiento.

-¿Qué panorama hay para América Latina con los precios de las materias primas?

-Este escenario es halagüeño. El éxito particular de Perú, Brasil y Chile es en parte por suplir a los mercados asiáticos. América Latina tiene petróleo, gas, hidroelectricidad, metales, concentración de agua y tierras para alimentos. La oportunidad esta ahí, y depende de factores como la existencia de instituciones que faciliten la inversión para producir y transformar con creciente valor agregado nacional esos recursos nacionales, porque típicamente la inversión para este tipo de bienes es de largo plazo y requiere seguridad en los derechos de propiedad. El éxito de Perú, Chile y Brasil es porque han creado condiciones para que se materialice esta inversión. También debe haber instituciones, como fondos de estabilización, para manejar los shocks asociados a los precios. Las economías latinoamericanas tienen que madurar, entender la naturaleza cíclica de este tipo de bienes. La madurez debe traducirse en instituciones y éstas trascienden a la coyuntura.

-¿Cómo se enfrenta la pérdida de competitividad y los altos flujos de capital?

-Para América Latina ha habido shock externos positivos por las materias primas y las bajas tasas de interés. Esto creó oportunidades de inversión en Colombia, Perú y Brasil, pero también apreció el tipo de cambio y hay sectores que pierden competitividad sobre todo en mano de obra.

Hay que ahorrar para evitar los volcamientos de capital, y por ello las instituciones de equilibrio son requeridas. Cuando hay abundancia de recursos debes evitar la apreciación de los tipos de cambio. Y un país que destaca por su capacidad de absorción es Brasil.

-¿La situación en Medio Oriente justifica las alarmas por los precios del crudo?

-Al principio la desestabilización de los regímenes no democráticos en la zona del norte de África y Medio Oriente era un tema de expectativas, pero ya en Libia ha habido una disrupción del suministro. En este momento es muy arriesgado elaborar un pronóstico, pero solo Dios sabe lo que pasaría si se afectara el suministro de petróleo desde la zona del Golfo Pérsico. Pero aunque ha habido una sobrerreacción de los mercados, en términos relativos no lo es tanto. Desde octubre hay un aumento de 25% en el precio, pero la referencia para que los precios vuelvan a $80 es la capacidad de producción ociosa.

El Universal

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