El movimiento de ingresos y egresos de divisas del Banco Central y la balanza de pagos reflejan que el año pasado Pdvsa le entregó al BCV 33 mil 412 millones de dólares, una magnitud que solo representa 53% de lo que obtuvo la República por la venta de petróleo.
Si bien este manejo cumple con las normas, desde que en 2005 una reforma legal liberó a Pdvsa de la obligación de entregar todos los petrodólares al Banco Central, tiene consecuencias importantes en materia de inflación y de las divisas disponibles para las importaciones del sector privado.
Con los petrodólares que recibe de manos de Pdvsa el BCV alimenta la cuenta de las reservas internacionales, de donde salen las divisas que obtienen las empresas tras la aprobación de Cadivi.
Así, en la medida en que las reservas internacionales no crecen tampoco existen suficientes dólares para que las empresas privadas importen, algo que se complica aun más con las transferencias al Fonden, un fondo de divisas que maneja el Gobierno.
Cada año obligatoriamente el BCV tiene que entregarle al Fonden una porción de las reservas internacionales, disminuyendo aun más el pote de dólares disponibles.
Las estadísticas de 2010 son elocuentes. Gracias al salto de los precios del crudo el ingreso de petrodólares aumentó 15%, sin embargo, por la poca entrega de divisas al BCV y el traspaso de 7 mil millones de dólares al Fonden, las reservas internacionales registran una caída de 16% para cerrar en 29 mil 500 millones de dólares.
En este entorno, las importaciones del ala privada de la economía retrocedieron 13%, mientras que las del sector privado se dispararon 43%.
Para este año, donde todo apunta a que el Gobierno inyectará recursos a la economía para reanimar el consumo, la sequía de divisas para el sector privado podría sentirse con mayor intensidad.
Las empresas que no reciben dólares en Cadivi tienen como alternativa el Sitme, un sistema donde pueden comprar dólares a través de bonos en el Banco Central, pero la oferta es muy limitada.
Entre septiembre y diciembre del año pasado la oferta se mantuvo en un promedio diario de 42 millones dólares, pero en enero cayó a 26 millones y en febrero aumentó ligeramente hasta 30 millones.
Poco respaldo
Los dólares depositados en las reservas internacionales respaldan los bolívares en circulación y cuando una moneda pierde soporte, advierten expertos, la consecuencia es mayor inflación y expectativas de nuevas devaluaciones.
Básicamente, el BCV saca dólares de las reservas para alimentar el Fonden, mientras que la cantidad de bolívares en circulación sigue intacta.
El resultado es que hay menos dólares para respaldar esos bolívares y surge la percepción de que tarde o temprano habrá que incrementar el tipo de cambio oficial.
José Guerra, director de la Escuela de Economía de la Universidad Central, indica que "al no aumentar las reservas internacionales en poder del BCV por los traspasos al Fonden no hay suficiente respaldo para el bolívar, esto genera expectativas de devaluación".
En un informe fechado el 3 de marzo la firma Econométrica aborda este tema e indica que "los traspasos de reservas internacionales al Fonden conducen tarde o temprano a la devaluación del bolívar al reducir su respaldo y, por tanto, a una mayor inflación".
La economía venezolana ha incrementado la dependencia que tiene en las importaciones para satisfacer el consumo y al aumentar el precio del dólar la población siente el efecto de inmediato en los precios de prácticamente todos los productos.
Este año el Gobierno devaluó la moneda y firmas especializadas esperan que la inflación se sitúe en torno a 30%, lo que se traduciría en el mayor incremento de América Latina.
Si bien este manejo cumple con las normas, desde que en 2005 una reforma legal liberó a Pdvsa de la obligación de entregar todos los petrodólares al Banco Central, tiene consecuencias importantes en materia de inflación y de las divisas disponibles para las importaciones del sector privado.
Con los petrodólares que recibe de manos de Pdvsa el BCV alimenta la cuenta de las reservas internacionales, de donde salen las divisas que obtienen las empresas tras la aprobación de Cadivi.
Así, en la medida en que las reservas internacionales no crecen tampoco existen suficientes dólares para que las empresas privadas importen, algo que se complica aun más con las transferencias al Fonden, un fondo de divisas que maneja el Gobierno.
Cada año obligatoriamente el BCV tiene que entregarle al Fonden una porción de las reservas internacionales, disminuyendo aun más el pote de dólares disponibles.
Las estadísticas de 2010 son elocuentes. Gracias al salto de los precios del crudo el ingreso de petrodólares aumentó 15%, sin embargo, por la poca entrega de divisas al BCV y el traspaso de 7 mil millones de dólares al Fonden, las reservas internacionales registran una caída de 16% para cerrar en 29 mil 500 millones de dólares.
En este entorno, las importaciones del ala privada de la economía retrocedieron 13%, mientras que las del sector privado se dispararon 43%.
Para este año, donde todo apunta a que el Gobierno inyectará recursos a la economía para reanimar el consumo, la sequía de divisas para el sector privado podría sentirse con mayor intensidad.
Las empresas que no reciben dólares en Cadivi tienen como alternativa el Sitme, un sistema donde pueden comprar dólares a través de bonos en el Banco Central, pero la oferta es muy limitada.
Entre septiembre y diciembre del año pasado la oferta se mantuvo en un promedio diario de 42 millones dólares, pero en enero cayó a 26 millones y en febrero aumentó ligeramente hasta 30 millones.
Poco respaldo
Los dólares depositados en las reservas internacionales respaldan los bolívares en circulación y cuando una moneda pierde soporte, advierten expertos, la consecuencia es mayor inflación y expectativas de nuevas devaluaciones.
Básicamente, el BCV saca dólares de las reservas para alimentar el Fonden, mientras que la cantidad de bolívares en circulación sigue intacta.
El resultado es que hay menos dólares para respaldar esos bolívares y surge la percepción de que tarde o temprano habrá que incrementar el tipo de cambio oficial.
José Guerra, director de la Escuela de Economía de la Universidad Central, indica que "al no aumentar las reservas internacionales en poder del BCV por los traspasos al Fonden no hay suficiente respaldo para el bolívar, esto genera expectativas de devaluación".
En un informe fechado el 3 de marzo la firma Econométrica aborda este tema e indica que "los traspasos de reservas internacionales al Fonden conducen tarde o temprano a la devaluación del bolívar al reducir su respaldo y, por tanto, a una mayor inflación".
La economía venezolana ha incrementado la dependencia que tiene en las importaciones para satisfacer el consumo y al aumentar el precio del dólar la población siente el efecto de inmediato en los precios de prácticamente todos los productos.
Este año el Gobierno devaluó la moneda y firmas especializadas esperan que la inflación se sitúe en torno a 30%, lo que se traduciría en el mayor incremento de América Latina.
El Universal
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